Delicatessen
Parecía una de esas muñecas de porcelana que, en cualquier momento, podía romperse. Tan delicada y frágil que, con sólo mirarla, la gente creía que podía convertirla en añicos.
Pero, realmente, era ella la fuerza que ningún mortal podía igualar. Ella, era el todo y la nada.
Ella podía convertir el mundo en un terrible infierno o en el más sublime de los cielos.
Tan sólo debía desearlo para que así fuese.
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